lunes, 10 de marzo de 2014

Desvelarse, no haber dormido bien

Nada es peor que desvelarse. Se te descontrola todo el cuerpo, al igual que los sentidos. Primero “despiertas", y sí, lo coloco entre comillas porque en realidad no se ha dormido nada, solo que se ha estado acostado en la cama con los ojos cerrados intentando dormir.
Bueno, entonces despiertas y sientes el peso de un yunque en la cara, como si te la estuvieran jalando hacia abajo. Es terrible.
Entonces te hablan y respondes, balbuceando lo que vas a decir, tu lengua se quedó dormida, a pesar de no haber dormido nada. Te miras al espejo y aquí viene lo peor: Las ojeras.
Las ojeras son la acumulación de sangre en los párpados inferiores de los ojos debido a que no se descansa el músculo de esta parte y la sangre se queda ahí y no fluye.
Pues con ojeras y todo uno se dice, ¡No! ¡No me voy a quedar dormido hoy! Y mientras te estás cepillando los dientes, te duermes; mientras desayunas, pones tu mano en la cara y te duermes; mientras vas camino al trabajo te duermes en el transporte público (recuerdo que una vez iba en el bus y un chamo iba parado y se quedó dormido, el golpe que se dio es inolvidable jajajaja) mientras trabajas, te duermes y mientras vas de vuelta a tu casa, te vuelves a dormir en el camino.
Tu tono de voz se torna monótono y el ritmo de esta, baja a niveles comparables a la lentitud de una tortuga, es insólito lo que afecta al cuerpo el hecho de no dormir bien.
Una de las cosas raras que sucede al desvelarse, es que hay un momento del día en el que entra un golpe de energía y no puedes parar de hacer cosas, pero eso no es más que un engaño, pues ahí vendrá lo peor. El golpe de sueño que no podrás controlar.
Dormir es importante, por eso nunca me debo desvelar jajaja.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario